Origen del Municipio

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GRAN: Ciénaga, Humedal, Cuenca, Área boscosa, Ecosistema, Reserva de la Biosfera, Asiento prehistórico, Derrota del Imperialismo Yanqui, Municipio ¡Cuantos sustantivos con un adjetivo común! Y todo para designar cuan inmensa es la Ciénaga de Zapata.

Como hija de la imaginación, desidia, abandono y aislamiento antes de 1959, fue creada una imagen desvirtuada de ella: escalofriantes asesinatos, pantanos o tembladeras empecinadas en extinguir la especie humana, ofidios y cocodrilos antropófagos e insectos vampiros implacables, convirtieron a la Ciénaga de Zapata en el África tenebrosa de Cuba.

A pesar de ello, la naturaleza se ha mantenido durante milenios bellísima y pródiga para sostener a sus hijos, constituyendo nuestro más preciado tesoro. No podemos olvidar que ella gestó, amamantó y aún sigue mimando a la historia ¡Todos los transcendentales acontecimientos o procesos sociales desarrollados aquí, han tenido la absoluta complicidad de bosques, litoral, campanario1, pantano y herbazal, que  como testigos silenciosos guardan celosamente grandes secretos!

La Ciénaga antes y después de tomar su apellido – cedido por el señor Francisco Zapata desde 1636 cuando solicitó la merced de tierra, que con nombre de Rancho de Juan Caballero, se ubica en la margen norte del bello río Hatiguanico – constituyó un seguro refugio, no solo para animales sino también para el hombre, que por disímiles causas busco su amparo: aborígenes, piratas, corsarios, bucaneros, cimarrones, mambises, bandoleros, prófugos e hispanos.

PREHISTORIA

Hombres pertenecientes a las culturas Recolectoras – cazadoras y pescadoras  y agro alfarero conformaron la prehistoria de estos húmedos parajes, asentándose sobre un eje cársico a partir de Venero Prieto hasta Bartolina.

         mapa

                                                    Mapa: Sitios de habitación aborígenes.

Por los estudios arqueológicos realizados, podemos afirmar que la mayor población correspondió al hombre recolector – cazador y pescador (pre- agroalfarero), quien tuvo como vías de origen el norte del continente suramericano a través del arco antillano en fechas que oscilan entre 2000 y 1000 A.N.E.

Estos seres tenían las típicas características de la raza mixta indoamericana. Se ubicaron entre los pueblos de más baja estatura del área de las Antillas con 158.66 cm para el sexo masculino y de 144.92 cm para el femenino.

Eran portadores de una industria de piedra en volumen de tradición Banwaroide (mayor antigüedad en el sitio Banwari Trace, en la isla de Trinidad), que al entrar en contacto con otras comunidades asentadas en el territorio cubano con anterioridad, asimilaron la tradición Manicuaroide (amplia utilización de la concha).

Por lo que la industria de la concha es el rasgo distintivo de los hombres prehistóricos cenagueros. Utilizando las técnicas de percusión, fractura y abrasión, más el conocimiento empírico, estos artesanos elaboraron más de treinta herramientas, que podemos agrupar en: vasijas, platos, cucharas, gubias, picos, martillos, raspadores, cuchillos, hachas, puntas para lanzas y arpones.

De todos ellos resalta como elemento diagnóstico La Gubia – artefacto fabricado de la base del caracol con parte de la última vuelta – presentando un bisel, que da nombre a la misma.

También construyeron variados instrumentos líticos con la finalidad de ser utilizados en diversas actividades de la vida diaria; estos presentan simetría bilateral, destacándose percutores, majaderos, morteros y piedras molederas.

Si bien La Gubia es símbolo dentro de la industria conchera de este hombre; Las Esferolitias3 y Los Gladiolitos4 – con fines ceremoniales – lo definen: “casi siempre se hallan asociados a enterramientos”; construidas de cuarzo lechoso, serpentinas, ágata y rocas coralinas; Difieren en tamaño y hechura(desde una simple talla hasta perfectamente pulidas con extraordinaria simetría).Los Gladiolitos son alargados, terminan en forma puntiaguda y en la mayoría de los casos, uno de sus extremos presenta bifurcación o se han tallado varios anillos concéntricos, que los hacen muy agradables a la vista.

hombre prehistorico cubano                                                 Características e industrias del hombre prehistórico cubano

Construyeron sitios de habitación cercanos al litoral, lagunas, ríos y veneros en correspondencia con su patrón económico: Recolección – Caza – Pesca.

Aunque el insigne historiador “Cosculluela” dejó ver a través de sus  fascinantes descripciones, vestigios de la familia Arawaca; hasta hace muy poco tiempo se consideró la Ciénaga como asiento solo del aborigen pre agroalfarero. Pero desde que la señora Brunilda Pérez (vecina del poblado de Cocodrilo) halló y donó al Museo de Girón, dos hermosas hachas petaloides el 15 de noviembre de 1987 y la Expedición de Censo y Exploración Arqueológica efectuada por el estudioso Adrián Álvarez Chávez con un equipo de trabajo el 10 de septiembre de 1996, colectó dos hachas petaloides más, de mano de la señora Toala Borges Benitez ¡cambió radicalmente esa opinión, ante tantas evidencias materiales Neolíticas! Así se confirmaba la teoría migratoria de los hombres agroalfareros en la región, que establece la procedencia de la Bahía de Cienfuegos (Jagua), cruzando por la Ciénaga rumbo noroeste hasta Canimar (Matanzas) y Habana.

Los Subtaínos (agroalfareros tempranos) eran hombres fuertes, de estatura media y de buena presencia. Arribaron a Cuba en el año 500 N. E. Procedentes de las costas Venezolanas en oleadas sucesivas. Eran portadores de técnicas agrícolas de determinado nivel de desarrollo con una antigua tradición ceramistas. Se puede apreciar que su ajuar era muy abundante y variado, evidenciado en la gran cantidad de objetos de cerámica, piedra, concha, hueso, madera, cestería y textiles. Por esta razón solo abordaremos los elementos más distintivos:

La Cerámica, generalmente es lisa y no está decorada; en los casos de decoración no incluyen la pintura, por lo que podemos afirmar que es monocroma, oscilando entre los colores pardo oscuro (casi negro) y pardo claro, algunas veces de color rojizo, todo en dependencia del sistema de cocción y del material empleado por el artesano indígena. Las técnicas de decoración usuales incluyen el empleo de la incisión, aplicación, fijación y del modelado.

Otros artefactos muy frecuentes en el ajuar cerámico de estos aborígenes son los burenes (discos de barro con un diámetro que oscila entre 30 y 60 cm y un grosor que va de 1.5 a 4 cm), donde se depositaba la masa de la yuca amarga rallada, para cocer el casabe, base de la dieta Arawaca.

Las Hachas Petaloides distinguen al hombre neolítico, por su gran hechura y valor estético. Construidas de piedra muy  dura, dan la medida de cuan más hábil era este artesano con respecto a su homólogo recolector – cazador y pescador (pre agroalfarero).

hachas                                                                                Hachas Petaloides                                                                

Los Subtaínos, aunque se sustentaron a través de un núcleo económico gentilicio, muestran ya algunos síntomas que indican un cambio de fase hacia la etapa patriarcal: El Cacique.

El hombre agroalfarero, con un mayor grado de desarrollo, donde la base de su sustento económico recaía en la agricultura (economía productora), no debió permanecer por mucho tiempo en un entorno como el nuestro – poco factible para desarrollar esta actividad – puesto que restringidas son las áreas en la ciénaga donde su suelo puede proporcionar un sustento agrícola por espacio prolongado de tiempo. Solo la franja de suelo ferralítica roja de Plasencia – Soplillar – Molina – San Blas presenta características propicias.

Entonces no fue casual que el subtaíno se asentara en “El Soplillar”, porción de la finca “Santa Teresa”.

El importante hallazgo arqueológico de 1999, constituyó el primer gran fruto de la oportuna idea de fundar un grupo espeleoarqueológico cienaguero – que ejerciera la “ciencia de lo antiguo” desde el corazón del humedal – denominado “GUAMO”, se compone de laboriosos especialistas del órgano CITMA y otros estudiosos que han hallado a bien ser dirigidos por el Historiador Municipal.

Por la importancia del citado hallazgo (“Socorro” o “Guamo I ”), transcribimos las notas tomadas por el Científico Matancero Ercilio Vento Canosa – Presidente de la Sociedad Espeleológica de Cuba – y que tanto a tenido que ver en nuestro quehacer profesional:

“Un importante sitio arqueológico Neolítico fue hallado en la localidad de Soplillar en la Ciénaga de Zapata, por miembros de la Oficina del Historiador y el Órgano CITMA en el territorio cenaguero.

El sitio arqueológico denominado “Guamo I”, está caracterizado por 192 fragmentos de cerámica de color pardo negruzco, de mordiente fino y notable delgadez y dureza, y otros más gruesos de color rojo parduzco y mordiente más grueso, con diferente nivel de cocción en su elaboración.

El lugar, no obstante encontrarse alterado por ser zona de cultivo y uso de arado, parece contener mayor volumen de evidencias, inclusive óseas, que pudieran significar un importante punto de asentamiento neolítico en la zona.

La cerámica encontrada establece similitud con la hallada en Jagüa, Cienfuegos y en Canimar, Matanzas; lo que permite fortalecer la hipótesis de una vía migracional desde Jagua a Matanzas cruzando a través de zapata, así como también hacia la costa sur de La Habana¨.

                                                                      

                                                                                                                     Marzo de 1999

                                                                                                                

                                                                                                                Ercilio Vento Canosa.

A modo de conclusión, podemos significar que hasta hoy (año 2001), las áreas de mayor asentamiento prehistórico en la Ciénaga de Zapata se localizan:

Venero Prieto....................................................   2

Santa Teresa (Soplillar) .....................................   7

Jiquí (Sábalo – Hondones) .................................  5

Punta Perdiz – Girón ..........................................  5

Caleta Buena ...................................................... 10

Caleta del Toro ...................................................  2

Costanera Norte .................................................  2

Por la ubicación geográfica, se infiere que los grupos y culturas aborígenes se asentaron preferentemente en la parte oriental del territorio cienaguero, sobre un eje cársico con abundante agua freática ubicado entre el litoral y la costanera sur, en correspondencia con su grado de desarrollo y tipo de economía: los de economía de apropiación (mesolítico)se acomodaron relativamente cercanos al litoral y en las márgenes de lagunas, ríos y veneros, que les proporcionaron buena parte de su dieta; los de economía productora (neolíticos), se asentaron en lugares de mayor fertilidad de la tierra – exceptuando a aquellos que lo hicieron tratando de protegerse de la ambición desmedida del hombre blanco, que los empujó a lugares bien recónditos donde pudieron sobrevivir en reducidos números, que aunque conservaron tradiciones, costumbres y características propias(absorbidas algunas por la amalgama cultural cubana), ya no pudo exhibir con toda claridad y homogeneidad sus rasgos distintivos – en este caso, el subtaíno debió sostenerse de la caza – pesca y recolección, puesto que en las circunstancias anormales en que se vio envuelto (donde la vida significaba ocultamiento), no permitió acomodarse acorde a su modelo económico acostumbrado.

Esta hipótesis viene a responder un tanto él  por qué podemos encontrar asentamientos Subtaínos en lugares poco factibles para la agricultura – como es el caso de Cocodrilo – relativamente cercano al “Cacicazgo de Jagüa”.

Pero a pesar de sus desdichas y atraso tecnológico, tuvieron la gran fortuna de admirar una Ciénaga casi impenetrable por sus enormes árboles, donde plantas cautivadoras y fauna, armonizaban para deslumbrar con su colorido. Toda vez, que abundaban: el Cahuey (guacamayo), Catey (perico), Camá (paloma perdiz), Guaní (zunzuncito), Guatini (tocoloro), Cartacuba (pedorrera), Bijirita (chillina), Camao (paloma azulona), Caica, Paraca o Higuaca (cotorra), Guacaica (arriero), Mayo (mayito de ciénaga) y muchas otras especies de animales.

En el ocaso de la prehistoria cienaguera – no por evolución social, sino como consecuencia de la barbarie del conquistador – nace la tradición patriótica del actual poblador:  “Cuenta la leyenda, que el hombre primitivo cienaguero protagonizó en el mayor embalse natural de la cuenca (Laguna del Tesoro), el primer acto de patriotismo y rebeldía ante el conquistador español, cuando aborígenes de los cacicazgos de Yaguaramas y Hanábana, prefirieron arrojar sus valiosas pepitas de oro y sagrados Cemies a las profundas aguas de la laguna, antes de entregarlos al ambicioso “cara pálida”.