Personalidades del humedal

Antes de relacionar los nombres de estas personas, se hace necesario una definición de términos ¿a quién llamamos personalidad?

Definimos como Personalidades: a quienes estando vivos o no, tuvieron o poseen un conjunto de valores humanos que los diferencian de las demás personas; a quienes han consagrado buena parte de sus vidas al desarrollo de la sociedad cenaguera o a un sector determinado de ella; y que mantuvieron o mantienen una actitud revolucionaria.

Entonces, por tu lado puede pasar caminando, en bicicleta o en automóvil una personalidad, y hasta puede que converse contigo, sin embargo, como no la conoces, dejas escapar la oportunidad de agradecerle, preguntarle algo, u hasta fotografiarte con él ¡por ello es importante conocerlas!

Para que puedas identificarlas mejor, te las relacionaremos cronológicamente y por sectores o esferas de la vida social:

Bosques sobre el eje cársico central.

Los bosques de la Ciénaga de Zapata se extienden como un cinturón por todo el centro de la península y por el Este de la Bahía de Cochinos hasta las cercanías de la Bahía de Jagua.

En algunas zonas, este macizo boscoso crece sobre una franja de carso relativamente más elevada hacia el centro y más baja hacia los bordes. Estas leves diferencias de altura determinan que unas áreas se inunden con frecuencia y que otras no reciban directamente el efecto de las inundaciones.

En las zonas cercanas a los herbazales de ciénaga, aparece una franja de bosque de ciénaga, conformada por especies que pueden vivir sobre suelos inundados gran parte del tiempo, entre ellos, Júcaro de Ciénaga (Bucida palustris), Júcaro Negro (Bucida buseras), Roble Blanco (Tabebuia angustata), Majagua (Taliparites elatus), Ocuje (Calophyllum antillanum), Guano Cana (Sabal marítima), Palma Real (Roystonea regia), Bagá (Annona glabra), Icaco (Chrysobalanus icaco) y Arraigan (Myrica cerifera). Estas especies, a su vez, sirven de sustrato para otras que aprovechan la humedad del ambiente como Curujeyes (Tillandsia fasciculata), (T. balbisiana), (T. flexuosa), Guajaca (T. usneoides), Angelitos (Tolumnia variegata) y Orquídeas de diversos géneros, Encyclia, Prostechaea, entre otros.

Pantanos de la Ciénaga de Zapata

En los pantanos ocurren procesos de acumulación de residuos vegetales y formación de turba debido diferentes procesos asociados, entre otros aspectos, a las inundaciones sistemáticas. La vegetación está conformada fundamentalmente por herbazales constituidos por plantones aislados de Cortadera de dos Filos (Cladium jamaicense) que alcanzan hasta 2 metros de altura, y de Yana (Conocarpus erectus), aislados, que pueden llegar a los 3 metros de altura, así como Macío (Typha domingensis), Junco de Ciénaga (Eleocharis interstincta), Guano Prieto (Acoelorraphe wrightii), Junco Fino (Eleocharis celulosa), Arraigan (Myrica cerifera) Guano Cana (Sabal marítima) y Yanilla Blanca (Ilex cassine). Aparecen también parches de matorrales de ciénaga, palmares, zonas de sabanas, lagunas intermitentes y las variantes de manglares que son más comunes en los bordes de los espejos de agua.

Manglares hospederos

Las características irregulares de las costas de este humedal, con sus golfos, ensenadas, marismas y desembocadura de ríos, con suelos arenosos o fangosos influenciados por las mareas y que reciben con cierta regularidad agua dulce de las escorrentías, han propiciado el establecimiento de manglares que llegan a alcanzar hasta más o menos 20 m de altura.

Las diferentes especies de mangle han evolucionado y se han adaptado indistintamente a variaciones del relieve y de los sustratos, a cambios en la frecuencia de inundaciones y a diferentes rangos de salinidad y presencia de oxígeno. Estas adaptaciones han propiciado, que los bosques de mangle muestren en Zapata, una disposición característica formando franjas que siguen una secuencia desde el frente marino hasta la tierra firme, donde el Mangle Rojo (Rhizophora mangle) aparece en las zonas casi siempre inundadas por el agua marina, más expuestas al oleaje y con suelos más blandos e inestables, y detrás de él crecen el Mangle Prieto (Avicennia germinans), el Patabán (Laguncularia racemosa) y la Yana (Conocarpus erectus) que por ser una especie menos adaptada a la influencia de las mareas y a niveles altos de salinidad se sitúa detrás de la línea de costa, en mayor contacto con el suelo firme y la vegetación terrestre.

En los lugares donde el sustrato es pobre y el carso aflora cerca de la superficie, las escorrentías de agua dulce son poco perceptibles y los vientos marinos azotan con fuerza, se dan variaciones en la composición y altura de estas formaciones vegetales, por lo que podemos encontrar manglares achaparrados que solo alcanzan entre 30 cm y un metro de altura.